Tragedia azul: Tolima ganó y es el nuevo campeón de la Liga

El equipo vinotinto se impuso en Bogotá y se quedó con la estrella. 

El sueño de la estrella 16 de Millonarios se estalló en los últimos 90 minutos de la temporada, superado amplia y justamente por un equipo como el Deportes Tolima, que a esta hora aún debe estar celebrando su tercera estrella, haciendo valer su mayor experiencia y el hecho de tener menos bajas que su rival.

Millonarios llegó lo más lejos que pudo. Dificilmente puede encontrarse una campaña más accidentada que esta para el equipo de Alberto Gamero: la partida de Matías de los Santos después de dos partidos, la baja de Andrés Felipe Román, que de ser hombre de exportación azul pasó a luchar por volver a jugar al fútbol (y, por supuesto, acompañó a sus compañeros en El Campín); la licencia de Fredy Guarín, que llegó como figura y desapareció; la racha de lesiones y de bajas por covid-19 y las expulsiones de las últimas fechas: una en los primeros 18 partidos y cinco en el remate.

Así, del plantel base para jugar, a Gamero le faltaban, tomen aire, Román, Andrés Llinás, Juan Pablo Vargas, Felipe Banguero, Guarín, Kliver Moreno, Juan Camilo García, Cristian Arango y Ricardo Márquez. Casi un equipo completo.

Millonarios vs. Tolima en la final.Foto: Dimayor

Las últimas fechas parecían darle la razón a Gamero, quien varias veces insistió en que todo el que entrara a la cancha debía estar en capacidad de rendir y de aportar. Pero en el último partido se le cayó toda la estructura: Tolima salió con todo a buscar el gol que inclinara la final a su favor. No se resguardó, no se metió atrás. Adelantó líneas y sorprendió a Millonarios, que intentó manejar el partido y la pelota y terminó viendo jugar al Tolima, como una prolongación del primer tiempo en Ibagué.

A Millonarios le costó sacudirse: se le fue la mitad del primer tiempo en ese plan. Hasta que encontró el gol de la ventaja, a los 23 minutos, de la manera más sorpresiva posible: toque de Bertel a Uribe, el goleador azul abrió el juego a la izquierda para esperar un centro, y Daniel Ruiz, uno de los nuevos del equipo, que no tiene ni 20 años cumplidos, en vez de mirar a un posible receptor, se la tiró al primer palo a Álvaro Montero y lo venció. ¡Golazo!

Tolima sintió el golpe. El gol le cayó mal y ya ni llegaba ni presionaba con la misma facilidad. Millonarios tampoco tenía mucho manejo, no entregaba la pelota con mucha precisión, pero logró dejar que el reloj corriera hasta el final de la primera etapa sin pasar mayores sustos.

Partido nuevo

Otra cosa fue el arranque de la segunda etapa, en el que Tolima recuperó aire y ganas y, otra vez, volvió al plan inicial, con un refresco en la nómina, la entrada del paraguayo Gustavo Ramírez por Juan Pablo Nieto. Y ese cambio le dio mucha libertad a un jugador que a la larga resultaría clave, Juan Fernando Caicedo.

Si lo del primer tiempo fue un temblor, el comienzo del segundo fue una dura réplica, esta sí, con consecuencias: a los 16 minutos, un mal rechazo del arquero Vargas terminó en un centro de Ánderson Plata y un cabezazo de Caicedo, para anotar el tanto del empate. ¿Merecido? Totalmente.

Y si en el primer tiempo le sentó mal el gol al Tolima, el 1-1 fue una piedra que hundió a Millonarios en el desespero. Ya ni podía dar dos pases seguidos. Y en una pelota que perdió saliendo de su campo, en una mala devolución de Pereira a Murillo y un pésimo control del zaguero central, salió un centro de Plata que Caicedo luchó con Paz hasta ganar la opción de rematar y voltear el partido a favor de los visitantes.

Millonarios desarmó todo su plan, mandó a la cancha todos los hombres que le quedaban disponibles en ataque para tratar de cambiar una historia que venía muy mal (Édgar Guerra, Hárrison Mojica, Jáder Valencia, Juan Camilo Salazar y Diego Abadía). Ninguno de ellos está en la lista de los que más partidos como titular habían jugado este semestre. Ya la cosa pasaba por el desespero. Millonarios probó a abrir la cancha y levantar la pelota, y se encontró con casi dos metros de estatura, los de Álvaro Montero. Por abajo lo intentó poco y nada.

Y si faltaba algo para agregarle al drama azul, llegó en el tiempo de reposición, cuando, como pasó en Ibagué, el VAR revisó una acción en el área del Tolima, por una doble mano de Sergio Mosquera, pero ambas de rebote. El árbitro Carlos Ortega dejó seguir el partido y el sueño del milagro se acabó.

Tolima resultó ser un justo campeón. Millonarios remendó como pudo su equipo cada ocho días hasta llegar a una final merecida, que terminó perdiendo por falta de experiencia.

JOSÉ ORLANDO ASCENCIO
Subeditor de Deportes
@Josasc

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *