La vicepresidenta visitó el centro de la Patrulla Fronteriza de la ciudad tejana y se reunió con grupos defensores de derechos de los inmigrantes en lo que describió como un viaje para “lidiar con las consecuencias de la migración” que llega desde América Central.
La vicepresidenta Kamala Harris cerró´su visita a El Paso, Texas, la primera que realiza a la frontera con México, donde el incremento en la llegada de inmigrantes ha generado una crisis cuyo manejo le fue encargado por el presidente Joe Biden al principio de su administración.
“La inmigración requiere un enfoque integral, que es lo que estamos haciendo”, dijo Harris en una breve conferencia de prensa al pie del Air Force 2, con la que terminó su visita a la zona.
“Si quieres lidiar con el problema no puedes solo tratar con el síntoma del problema, tienes que lidiar con las causas”, dijo Harris al explicar la primera pregunta que se le hizo sobre las críticas de republicanos que dicen que debía visitar la zona con anterioridad.
Harris defendió el momento de su visita asegurando que era parte de la visión integral que la administración de Joe Biden está dando a la política de inmigración.
La vicepresidenta estuvo acompañada por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas., el senador demócrata Dick Durbin, y la representante demócrata del distrito que abarca la ciudad, Verónica Escobar.
En las pocas horas que permaneció en El Paso, Harris visitó el centro de la Patrulla Fronteriza de la ciudad, donde habló con funcionarios del cuerpo encargado de vigilar la frontera y detener a personas que intentan ingresar a EEUU sin los permisos necesarios.
Las funcionarios de la Patrulla Fronteriza respondieron preguntas de la vicepresidenta sobre el sistema de vigilancia que usan para supervisar la integridad de la frontera. En una parte del recorrido, Harris conversó con funcionarios que se encargan de procesar los casos de las personas que serán enviadas a tribunales de inmigración para que sus casos sean analizados.
Luego tuvo una reunión con grupos religiosos, de atención a refugiados y de abogados que asisten legalmente a los inmigrantes en el aeropuerto de la ciudad. Hacia el final de la tarde tendrá un encuentro con los medios antes de poner rumbo a California.
“La realidad es que tenemos que lidiar con las causas y tenemos que lidiar con los efectos”, había dicho Harris en un breve intercambio con los periodistas al bajar del Air Force 2 que la trajo de Washington DC.
“Así que, estar en Guatemala, estar en México, hablando con México como un socio, francamente, en este tema, fue sobre atacar las causas. Venir a la frontera es sobre ver a los efectos de lo que hemos visto que pasa en América Central”, dijo Harris.
Críticas republicanas
Harris ha sido criticada desde el Partido Republicano (y por algunos del Partido Demócrata también) precisamente por no haber ido a la zona donde, aseguran, está el problema y en cambio haber viajado primero a México y Guatemala a hablar de inmigración sin conocer la situación en el terreno.
La vicepresidenta defendió ese primer viaje internacional a principios de mes explicando que está tratando de atender las “causas” de la inmigración en los países centroamericanos de donde se origina el grueso del flujo,
Tras varias semanas esquivando responder (al menos completamente, para el gusto de muchos) las razones por las que no ha ido a la región, la decisión hace a muchos preguntarse por qué ahora.
El expresidente Donald Trump ha tratado de darse el crédito, sugiriendo que el viaje que él tiene planeado hacer a la frontera fue lo que impulsó a la Casa Blanca a apresurarse a llegar primero.
Pero la portavoz presidencial Jan Psaki aseguró que “hizo una evaluación dentro de nuestro gobierno sobre cuándo sería un momento apropiado para que ella fuera a la frontera”.
Por lo pronto, el viaje de Harris servirá para cerrar ese flanco débil por el que está siendo atacada permanentemente, aunque, como ya declaró el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, “fracasará en su misión”.
Y eso da una idea de que los críticos de la vicepresidenta seguirán fustigándola aún después de visitar la frontera.
La agenda de Kamala Harris en El Paso
Causas y efectos de la migración
Mientras Harris ha contactado gobiernos y organizaciones civiles en América Central y México para determinar maneras de mejorar las condiciones de vida en esos países y evitar que sus ciudadanos sientan la necesidad de emigrar, sus críticos afirman que no ha realizado el mismo esfuerzo con gobiernos locales que están afectados por la llegada de inmigrantes.
Aunque desde la vicepresidencia aclaran que el trabajo de Harris es diferente al de seguridad, los republicanos aseguran que su ausencia en la región fronteriza demuestra que la Casa Blanca no está prestando atención a lo que describen como una crisis o que no saben cómo manejarla.
En entrevista con Univision Noticias al regreso de aquel primer viaje, Harris aseguró que iría a la frontera, aunque no dio una fecha para esa visita.
Ante las críticas, Harris respondía que quería enfocarse en resultados tangibles y no en “grandes gestos”. Incluso, en una entrevista con NBC trató de minimizar el punto asegurando que nunca había viajado a Europa, dando a entender que, pese a ello, estaba capacitada para atender asuntos de las relaciones transatlánticas.
La oficina de Fronteras y Aduanas registró más de 180,000 “encuentros” o intercepciones de personas en la frontera con México en mayo, el mayor número desde marzo de 2000. Las autoridades explican que una persona puede tener varios “encuentros” porque algunos intentan varias veces ingresar a EEUU.
El tema migratorio se ha convertido en un gran problema para el gobierno de Biden y, pese a que la tendencia al aumento en el flujo de migrantes ya venía creciendo desde 2020, es un flujo que han estado explotando los republicanos.
La oposición a Biden quiere proyectar la idea de que con la salida de Donald Trump de la Casa Blanca el cambio de política migratoria desmontó el control que se había establecido, primero con restricciones al derecho al asilo y luego con el bloqueo forzado por la crisis del coronavirus.
Sin embargo, la actual Casa Blanca ha mantenido el cierre de la frontera decidido para controlar la pandemia. Biden solo ha restablecido las antiguas condiciones para solicitantes de asilo.