Llegó, por fin, la convocatoria de la Selección Colombia para las Eliminatorias al Mundial 2026 y trajo sorpresas, justos llamados y alguna baja notable que da pistas sobre lo que vendrá en el futuro.
Son 27 llamados en una lista que, como todas, trae polémicas, pero también un mensaje claro: la nueva era es una apuesta al ataque y en esa onda deben estar todos los que aspiren ser convocados en la que debe ser la operación revancha tras la amargura de la eliminación de Catar 2022.
Colombia pasó siete partidos sin marcar y fue esa, y no otra, la razón de la ausencia de la última Copa Mundo. Eso es lo que hay que solucionar ahora con el llamado de delanteros en racha, de extremos temibles y con prestigio en las principales canchas del mundo y polifuncionales a la hora de abrir espacios. Por eso no está el goleador histórico Radamel Falcao García, porque su inactividad lo condena a no tener fondo suficiente para entrar en el circuito de vértigo y ataque masivo que se plantea, al menos en el papel, en esta convocatoria.
Siete armas letales
El primer vistazo va a los delanteros, que no son cinco, como era habitual, sino siete Ahí hay un mensaje. Pero no es el único: los llamados tienen un notable despliegue físico y pueden funcionar en más de una posición, bien sea para finalizar las jugadas o para abrir espacios a otros que vengan desde atrás.
Es lo que se espera con Luis Díaz (Liverpool, ING), Jhon Arias (Fluminense, BRA), Luis Sinisterra (Leeds United, ING y Rafael Santos Borré (Eintracht Frankfurt, ALE). Los tres primeros son velocidad, pase y remate y el último es finalizador o sacrificio para salir del área y encontrar caminos a gol.
Pero tal vez la gran apuesta sea por los número 9: Jhon Córdoba (FC Krasnodar, RUS), Mateo Cassierra (Zenit FC, RUS) y Jhon Jáder Durán (Aston Villa, ING). Pocas veces se privilegió así el momento, el estricto presente de los atacantes, como con los jugadores de la liga rusa, que llegan plenos de confianza. Incluso Durán, que siempre ha tenido un lugar de privilegio con Lorenzo pero no estaba jugando en Aston Villa, se reportó con gol antes de unirse a la convocatoria.
Es, por fin, un premio vestirse de amarillo pero también una obligación, pues si no hay resultados tangibles el tren no va a esperarlos.Escoltas, atacantes encubiertos
Y detrás de esos hombres de ataque frontal, unos escuderos que ya demostraron que, cuando van mal la cosas, como pasó en los amistosos, son capaces de darle vuelta a la historia apareciendo para aprovechar los espacios que abran sus compañeros.
La presencia y el buen remate de Jorge Carrascal – Dinamo Moscú (RUS), Juan Guillermo Cuadrado (Inter Milán, ITA), Matheus Uribe (Al-Sadd, QAT) e incluso Richard Ríos (Palmeiras, BRA) es una invitación a la ilusión cuando los hombres de punta necesiten compañía.
Para James Rodríguez (Sao Paulo, BRA) y Juan Fernando Quintero (Racing Club, ARG), los creativos puros de los que dispone Colombia para apegarse a un estilo, es un reto doble: o se suman a la dinámica de velocidad y precisión que proponen los atacantes o se bajan del barco, como ya le pasó a Falcao. Es mentira que les alcance con un par de buenos centros o pases largos, ya no hay vida en el fútbol solo a base de eso. Así que tienen que redoblar sus esfuerzos para estar, ayudar, sacrificar y atacar sin cuartel si quieren mantenerse vigentes. El cartero, para ellos, no llamará dos veces.